Últimamente muchos padres suelen quejarse:”Tienen un montón de juguetes y cosas para
distraerse, a pesar de eso, se aburren. No saben lo qué quieren”.
La imaginación y la creatividad
son unos de los grandes tesoros de la infancia para no aburrirse y sentirse
felices. También lo serán primordiales a la hora de resolver problemas, generar
ideas novedosas y originales en todas las áreas, crear su tiempo de ocio y de
relacionarse mejor con los demás a lo largo de toda su vida.
Aproximadamente alrededor de los 5 años los niños pueden
comenzar a entonar la frase de “me aburro” que se pone nerviosos a
muchos padres y se afanan por distraerlos de manera más rápida posible:”¿Quieres que te pongo la televisión?
¿Quieres jugar con videoconsola?”
La otra forma cada vez más frecuente de entretenimiento
rápido, para complacer a los hijos, es tener el acceso libre a los dulces, la
bollería y distintos snaks industriales, así permitiéndoles picotear
a todas horas que conduce a sobrealimentación crónica que a veces pasa desapercibida.
Estos remedios rápidos son ya bastante habituales de la
distracción de muchos niños de día de hoy simplemente porque están a mano de un
solo click o de abrir un paquete.
¿Por qué los padres tienen miedo al
aburrimiento infantil?
En muchos casos esta ansiedad por entretener a los hijos de
forma tan rápida está causada por el sentimiento de culpa por no tener tiempo
para estar con ellos o por carecer de recursos personales para jugar con ellos
y dedicarles más tiempo.
El aburrimiento
temporal no es malo, pues es el estado de silencio interior, el periodo de
reflexión que nos ayuda a una revisión interior para averiguar lo que queremos
realmente, es el periodo que precede a la acción.
El problema surge cuando el «me aburro» se convierte
en una frase habitual del niño, cuando la repite todas las tardes, cuando su
aburrimiento se prolonga horas y horas, cuando le proponemos actividades y pasa
de ellas, cuando su apatía interfiere en nuestra vida o sea cuando su
aburrimiento pasa a nivel de depresión y es cuando ya se necesita la ayuda de
un profesional.
3 principales causas de aburrimiento
infantil
Según los científicos, las 3 principales causas del
desarrollo del aburrimiento infantil/apatía y reducción del nivel de la
imaginación y creatividad son:
● Exceso
de juguetes que produce hiperestimulación sensorial y al final por un
lado la apatía y por el otro la falta de concentración. La abundancia, el
poseer muchas cosas, hace que pierdan valor y que no las aprecien. La
saturación adormece el ingenio.
● Exceso
de actividades con pantallas: televisión, videoconsolas, teléfono móvil,
ordenadores, … donde todas las actividades y juegos ya están desarrollados por
los ingenieros en programación y el niño lo único que tiene que hacer es seguir
las normas del juego.
Además, pasar mucho tiempo frente la pantalla significa
pasar mucho tiempo sentado que favorece al desarrollo de los problemas cardiovasculares,
el sobrepeso y problemas de la vista.
● Planificar
y controlar todas las tareas y el tiempo de ocio del niño por los padres:
quita al niño la iniciativa y libertad que son las principales condiciones del
desarrollo de la imaginación y creatividad.
La tendencia de hoy en día es colmar a nuestros hijos no
solo de cosas, también de actividades: a casa a hacer los deberes, fútbol
después del cole, karate por la tarde, ingles, a la mesa a cenar... Pocos son
los momentos en los que se tolera «no hacer nada» y, por eso, los niños crecen
sin sentir ningún hueco libre, ningún momento vacío que es precisamente donde
se encuentra el origen de la creatividad, la iniciativa y la motivación
auténticas.
¿Cómo combatir el aburrimiento?
Eso simplemente requiere un pequeño esfuerzo por nuestra
parte y tener un poco de paciencia porque salir del aburrimiento también se
aprende y se necesita algo de tiempo:
● Simplificar su entorno evitando
muchos juguetes a la vez y a la vista. Los juguetes debemos administrar alternándolos
depende del interés del niño que muestra.
● Limitar el tiempo de las pantallas a un
máximo de 2 horas diaria. Además esta medida ayuda prevenir el
desarrollo de la adicción digital que cada vez cobra más víctimas.
● Juego. Participar en los juegos de
los niños los que nos propongan y cuando nos invitan: ponte
a su altura, imaginad, dejaros llevar por el niño, improvisad juntos y dejad
salir vuestras emociones,... No se trata de hacer algo para que se entretengan
y se estén calladitos, sino de divertirnos juntos. Juego es el mejor ejercicio
para alimentar la creatividad de nuestros niños.
● Dale libertad para que desarrolle su
imaginación y
respeta su tiempo: cuando tenga un juguete nuevo déjale que explore y que por
sí mismo pruebe todas las posibilidades, seguramente te sorprenderá.
● Actividad física y exploración:
salir diario al aire libre con bicicleta, pasear juntos o simplemente salir con
el niño al parque infantil con los columpios. La naturaleza es una fuente
excelente de exploración: déjale que juega con el agua, las hojas, construyendo
los castillos de arena o haciendo los barquitos en el charco de agua, que
disfrute de amanecer, de distintas formas de nubes, de gotas de lluvia o copos
de nieve…
● Establecer
un horario de comidas familiares con 5 comidas diarias:
desayuno, mediodía, almuerzo, merienda y cena, limitando el acceso a los
dulces, bollería y snaks industriales.
Organización alimentaria familiar es una manera de evitar los alimentos poco
saludables del consumo frecuente del niño, de quitar el picoteo a todas horas
de la lista del entretenimiento y de prevenir el sobrepeso y la obesidad.
El desarrollo del sobrepeso y de la obesidad tiene mucho que
ver con el aburrimiento infantil y cómo suelen pasar los niños el tiempo libre.
Mantener el peso correcto no es la cuestión solamente de la estética sino
principalmente de la salud, porque la obesidad por si misma ya es una
enfermedad de distinto grado que depende del índice de masa corporal.
●
Enseñar
a cocinar a los niños
una comida saludable y rica compagina
el entretenimiento y la creatividad con los conocimientos sobre las propiedades
saludables de los alimentos que les ayudará a mantener el peso correcto y
cuidar la salud.
● Averiguar
de dónde procede la frase “estoy
aburrido” que el niño está diciendo,
porque a veces simplemente suele repetir lo que oye de la televisión o de
alguien de su entorno. Hay que tener en cuenta que las palabras en un cierto
modo conducen al cerebro. Sería conveniente explicar al niño que no es una frase
adecuada para un niño listo y divertido.
● Darle iniciativa al niño para planificar el ocio
un día fin de semana u otro día libre. Un día sin nada que hacer es, de
antemano, un día lleno de posibilidades. Dejemos que sea el niño quien proponga
a qué quiere dedicar su jornada sin ningunas presiones por nuestra parte.
● La música. Aprender a escuchar música o tocar un instrumento es una buena forma de disfrutar de la vida y del desarrollo personal.
● Lectura. Un niño o un adulto al que le gusta leer es difícil que se aburra. Aunque esta actividad también debe ser controlada por ser una actividad sedentaria.
● Darle un tiempo para el ocio inactivo: dejarle
un rato para descansar y pensar en sus asuntos sin miedo que un rato este
tumbado en el sofá o en la cama mirando al techo. No olvidamos de que pensar es
una acción en sí misma y de que cuanto más piensen, más capacidad tendrán de
hacerlo.
Recordemos la frase: “Pensar es gratis, pero si no lo hacemos nos
sale caro”.